Espejos y fantasmas (I): del otro lado, la memoria
Por Santiago Cardozo (1) Parado frente al espejo del baño descubro La imagen distorsionada de mi madre, Que me llama de lejos y me reprocha Haber dejado los deberes por la mitad. Cierro los ojos, los párpados bien apretados, Y, cuando los abro, ya no hay nadie: Mi propia imagen se mueve ligeramente Hacia un costado y enseguida se acomoda Para devolverme el aliento que hacía un minuto Me había abandonado. (2) Mi madre se volvió un espectro Permanente, Que me visita noche por medio, Difuso, En el rincón claroscuro del dormitorio. Agazapado y con la cuenca de los ojos Vacía, Me absorbe con la mirada Insomne Y me susurra que la deje ir De los versos. Pintura : Francis Bacon.