Lingüística y psicoanálisis
Una palabra cae, con estrépito, sobre el diccionario
y queda, ipso facto, imbuida de un saber que la atosiga:
y queda, ipso facto, imbuida de un saber que la atosiga:
una nota gramatical señala que es un sustantivo
o un verbo pronominal en desuso;
otra nota, ahora dialectal, indica que se utiliza
sobre todo en tales y cuales países,
con este o aquel significado que se juzga de segunda.
Es así que otras tantas palabras, ordenadas prolijamente
desde su uso literal hasta su uso oblicuo,
acuden a cercarla, a disponer el alambrado
que traza su perímetro en el territorio de la lengua.
De ahí en adelante, el lector deberá, si el deseo lo ha
ganado,
subvertir la norma lexicográfica que ha procurado tapar
los agujeros que las palabras usadas
van dejando a su paso.
Han quedado entonces aptas para la comunicación,
para los mandados en el almacén o para las explicaciones
de la clase de Educación Ciudadana, elegante forma
de decir lo que ayer era moralidad cívica.
Han quedado disponibles para el usufructo de los
periodistas,
para los copetes de sus artículos y las tertulias radiales
que cunden en el dial virtual a lo largo de las mañanas.
Sofocadas entre las observaciones metalingüísticas
y el punto final de cada acepción, se ofrecen
domesticadas a la voz o a la pluma de cualquier usuario,
que echa mano a su dogmática elucidación.
Pero basta una duda, un golpe de oreja con un lirio cortado,
para que esa monumental arquitectura del raciocinio
se desmorone y el deseo, jalonado desde las profundidades
por el inconsciente insurrecto, abra un abismo
en la gramática, en el palimpsesto de la sintaxis.
Alguien dijo árbol
y, en seguida, se percató de que no había nada
ahí debajo; entonces buscó al costado, detrás,
y solo halló un vacío, que se le volvió angustia,
crónica denotación errática.
Miró hacia arriba y maldijo al diccionario,
cuya muda respuesta lo llenó de perplejidad.
Así, finalmente, pudo saber,
a tientas, como caminando de rodillas
por el centro mismo de la oscuridad,
lo que es, en sus efectos, la lengua.
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