GENIUS: ESPÍRITU E INTIMIDAD FISIOLÓGICA
1. [Genius] Es esta presencia imposible de alejar lo que nos impide cerrarnos en una identidad sustancial .
2. Es
Genius lo que oscuramente presentimos en la intimidad de nuestra vida
fisiológica, allí donde habita lo más propio y lo más extraño e impersonal, lo
más vecino y lo más remoto inmanejable (Giorgio Agamben, Profanaciones).
Bajo la forma más etérea del alma y de la solidez del cuerpo, Genius domina silenciosamente: su presencia se hace sentir, es decir, se vuelve sensible como, a la vez, lo más cercano y lo más lejano, lo más propio y lo más ajeno, tensión irresuelta entre un “yo” y un “se”. Pero Genius se ubica en los pliegues más imperceptibles de nuestra fisiología, allí donde, cuando queremos mirar para hallar algo que, hasta el momento, nos era desconocido, no encontramos sino la intimidad fisgoneada por nosotros mismos y ataviada por Genius.
Alguien, entonces, se interroga por el misterioso contenido que circula por su páncreas, su hígado o sus intestinos, procurando comprender las mil formas de la metabolización de lo que ha ingerido. Pero, cuando cree haber dado con ello, se da cuenta de que lo que la imagenología le ha revelado no es sino la materia más mundana de la vida fisiológica: ahí no está Genius, ahí no está el principio que gobierna nuestra intimidad.
Curiosamente, según una metáfora tan repetida como abyecta, nuestra condición de hijos de Artigas (“el padre nuestro Artigas”) implica, por una lógica muy sencilla de entender, que hemos sido paridos por el culo y que, por ende, hemos venido al mundo hechos sustancia con una pátina de mierda y, suponemos, de sangre, porque un parto anal, sin duda, desgarra las paredes intestinales. Bañados, pues, de materia fecal y de la espesa sustancia rojiza de la sangre, ¿es Artigas nuestro Genius, a quien debemos entregarnos, es decir, a quien debemos ofrecer la tutela de nuestra vida, a quien debemos obedecer según sus necesidades (Genius nos ha dado la existencia), que son, sin duda, las necesidades de la defecación y de la circulación sanguínea por donde nos metemos todo tipo de analgésicos, antibióticos, antidepresivos y la invasiva quimioterapia para combatir los cánceres que nos empujan, casi irremediablemente, al fin de nuestras vidas?
Fotografías: Martín Atme (en Martín Atme y Fernando Andacht, El padre nuestro Artigas, Montevideo: Estuario Editora, 2011).
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