LA EDUCACIÓN SEXUAL (Curso de Biología)

 



Por S. C.


                               Para algunos colegas de esta extraordinaria asignatura.


Ahí está, erguido, el pirulín del varón
Que penetra, con fuerza o delicadeza, según su leal entender,
La concha húmeda de la mujer. (También, agregan,
Hay otras orientaciones sexuales, no hay que juzgar.
Y tengan sexo seguro, usen condón). Entonces,
Los profesores de Biología se sienten satisfechos,
Porque han cumplido con el programa y han dibujado,
En el pizarrón, con tiza verde, el pene de rigor
Y, con tiza roja, la vagina. Y sacan flechas indicando
El ignorado clítoris donde uno o más dedos
Se mueven, frotando, a veces excesivamente violentos,
La carnecita sensible que lleva, directo, al orgasmo,
Y otra flecha señala el ovoide glande, de cuyo único ojo
Sale una raya oblicua, con su nombre, como si fuera
La sustancia espermática del placer masculino.
Mientras, el pito se yergue, como un tieso mástil, esperando su turno
De expulsar, aminorando la marcha, el polvo,
Del que venimos, como enseña la Astronomía,
Y hacia el que vamos, como dijo Quevedo.


Pintura: Max Švabinský.

 

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